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INFLUENCIAS COSMOTELÚRICAS SOBRE LA SALUD



Influencias en la Salud


Por siglos el ser humano ha buscado la armonización de su organismo para defender su salud.
La desarmonización del sistema bioenergético de un organismo, humano, animal o vegetal trae como culmen la enfermedad.
En el organismo humano, los factores causantes pueden ser de carácter físico como síquico, de origen interno o externo.

Una de las causas puede ser el agitado ritmo de vida de las ciudades supercongestionadas, los problemas diarios que tiene que enfrentar, sean de orden económico, anímico, emotivo, o de “stress”.
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INFLUENCIAS EN VIVIENDAS

Influencias de las radiaciones Cosmotelúricas en una vivienda

La ciencia oficial (en América del sur) no le ha dado importancia a estos factores por no disponer de instrumental adecuado para su localización. Si bien se han realizado cantidad de mediciones con aparatos científicos, midiendo el campo magnético, la radiación infrarroja, y la conductividad eléctrica del suelo, la resistencia eléctrica de la piel, así como la velocidad de la sedimentación de la sangre sobre tales lugares, estas mediciones son muy complejas y coinciden exactamente con las mediciones sencillas de personas sensibles y debidamente preparadas por medio de la técnica de la radiestesia, mediante simples instrumentos, la horqueta, las varillas, que desde la antigüedad se utilizó para buscar corrientes de agua subterránea.
El desarrollo de las células vivientes es dependiente de procesos bioeléctricos. Necesitamos de la energía telúrica (de la tierra) y cósmica existente en la atmósfera terrestre para el normal funcionamiento de nuestro organismo, pero las distorsiones del campo magnético natural de la tierra interfieren dramáticamente en el normal funcionamiento de las células.
Al igual que la tierra, cada cuerpo y cada objeto, cada célula, molécula, átomo y cada partícula subatómica tiene su propio campo magnético y su alineación magnética, con su “spin” o momento de giro específico.

Es fundamental para un organismo una correcta y adecuada polarización o alineación magnética, de sus partes componentes, para que pueda vibrar a un ritmo de frecuencias armónicas.
El organismo tiene la suficiente capacidad de compensar las perturbaciones pasajeras que pueda causar un campo magnético externo disarmónico, pero si queda expuesto un tiempo muy prolongado a las influencias distorsionantes de un campo más fuerte, entonces las células se despolarizan y ya no trabajan en relación armónicas, degradándose entonces el organismo con los consiguientes problemas de enfermedad.

Una correcta polarización significa vida, vitalidad, energía, mientras que la despolarización trae pérdida de energía y vitalidad, enfermedad y muerte.

Cuando una persona tiene la cabecera de su cama sobre una de estas franjas de radiación, sufrirá indefectiblemente el insomnio, pues las delicadas células de su cerebro no pueden tranquilizarse y conciliar el sueño. Con solo desplazar la cama un poco fuera de ese lugar afectado, gozará de un sueño tranquilo y reparador.

Estas radiaciones también afectan a todas las células de nuestro cuerpo, especialmente donde se forma el cruce de estas franjas, que en ese punto la radiación se vuelve el doble de intensa, e interfiere el normal funcionamiento de las células del órgano o parte del cuerpo afectada, despolarizándolas y provocando con el tiempo las enfermedades más diversas.

De la mayor o menor intensidad de estas radiaciones y desde luego también de la vitalidad y predisposición de la persona depende el tipo o clase de enfermedad, así como la gravedad de la misma. Puede tratarse de reuma, artrosis, esclerosis múltiple, jaquecas, asma, enfermedades virósicas, problemas circulatorios, afecciones cardíacas, úlceras, tumores; los campos dobles llegan a producir cáncer, especialmente con la presencia de vertientes de agua circulante.

Síntomas similares suele observarse en los casos de fenómenos atmosféricos, como zonda en el oeste argentino, chorrillos en Perú y föehn en Alemania, cuyas variantes electroatmosféricas también impactan en la salud humana.

INFLUENCIAS EN AMBIENTES CERRADOS

Ejemplos de efectos producidos por dormir sobre franjas de radiación COSMOTELÚRICA

Actualmente la nueva ciencia de la GEOBIOLOGÍA se ocupa intensamente de este tema, por medio de investigaciones y difusión.

Hace 4.000 años en la antigua China ya se conocían estas radiaciones y eran llamadas las “venas del Dragón”. Los romanos establecían sus ganados en lugares elegidos. Luego de un tiempo estudiaban el hígado de un animal y si estaba enfermo era la seña para no edificar en ese sitio.

Si bien estos puntos fuertes de radiaciones son a la larga muy perjudiciales para la salud, en una primera etapa esos vértices energéticos pueden tener efectos tonificantes y exultantes, con efectos muy especiales a nuestro sistema síquico, como ocurre en santuarios y lugares de peregrinación.

AFECCIONES POR GEOPATÍAS

Los pueblos antiguos que vivían más en contacto con la naturaleza tenían mayor sensibilidad que nosotros hoy, percibían la diferencia energética en la superposición de campos y veneraban esos puntos como lugares sagrados, construyendo sus altares, menhires, dólmenes…

Los celtas especialmente respetaban esos lugares energéticos; en Europa existe todavía infinidad de testimonios líticos. Los etruscos y los romanos, los sacerdotes polinesios, los Kaunas, construían sus ciudades y lugares sagrados en base a esas líneas geománticas, ubicando sus altares sobre puntos de fuerte emanación energética.

ANTIGUO SANTUARIO MARAE ARAHURAHU TAHITI - POLINESIA
















IGLESIA DE MISIÓN JESUÍTICA SAN IGNACIO DE MINI PROVINCIA DE MISIONES, ARGENTINA

Los Jesuitas conocían muy bien estos efectos, como lo testimonian las antiguas iglesias de sus Misiones guaraníes, en el noreste argentino y en Paraguay. El altar ubicado en esa fuertísima radiación, le daba al sacerdote oficiante una enorme exaltación y absoluto dominio sobre los feligreses allí reunidos. Además los sacerdotes jesuitas seguramente sabían canalizar muy bien esas energías y trasmitirlas a sus feligreses en forma de una real bendición.













También en Europa, la mayoría de las Catedrales medievales, están ubicadas en tales lugares energéticos, lo cual confirió a su interior un clima muy particular y un determinado efecto sobre la parte síquica de los individuos. Esos constructores eran también verdaderos físicos que integraron la parte energética al servicio de la cultura, y la sociedad por medio de bioconstrucciones con un contenido social, de salud.

El Ingeniero alemán, Dr. O. W. Schumann descubrió el efecto de resonancia del sistema tierra-aire-ionósfera. Ondas transversal- magnéticas, o también ondas de Schumann. Estas ondas vibran en la misma frecuencia que las ondas cerebrales de los seres humanos y de todos los mamíferos, a saber: en 7,8Hertz (ciclos por segundo) Es la frecuencia del HIPOTÁLAMO, es una constante normal biológica que funciona como un marca pasos para nuestro organismo y sin esa frecuencia la vida humana no es posible. Esto se comprobó con los astronautas que volvían con problemas serios de salud. Al volar fuera de la ionósfera, les faltaba la pulsación de esa frecuencia vital.

Hay muchas personas que sufren gravemente las consecuencias, cuando por causas meteorológicas, especialmente por las tormentas electromagnéticas, sus frecuencias de onda Schumann se ven interferidas. Muchos problemas cardíacos son debidos a este hecho. La moderna terapia biomagnética, con ayuda de aparatos generadores de onda Schumann y de ondas geomagnéticas, aportan una valiosa ayuda para superar estos problemas.

Hay otras influencias planetarias: los rayos ultravioletas, los rayos x, los infrarrojos, los efectos de los denominados vientos y manchas, provienen del sol.
La influencia planetaria sobre el campo electromagnético terrestre y sobre nosotros, es considerable, aumentando la electricidad terrestre con luna llena y disminuyendo con la luna nueva.

A estas diferentes radiaciones naturales, se suman las radiaciones de contaminación tecnoeléctrica, por obra y arte del hombre. Además de la contaminación ambiental, de aguas y residuos industriales, agroquímicos, pesticidas, descargas de metales pesados como plomo, tala de árboles y otros…

Acontece en ciertas zonas montañosas y en los bosques, especialmente poblados de coníferas, sin dejar de lado los baños de las aguas termales, baños y compresas de barro (arcilla), que utilizando estos medios naturales, se recupera y acrecienta la propia energía humana.

Numerosos daños sicofísicos se sufre a consecuencia de las radiaciones eléctricas y magnéticas.
Todo contacto cercano con equipos eléctricos, carente de adecuado aislamiento y de descarga a tierra, indefectiblemente afectan a las personas que los manipulan, trabajan o duermen en sus inmediaciones, produciendo leucemia infantil y cáncer en adultos.
Los árboles de las calles son también afectados por las radiaciones parásitas.

En el campo laboral, peluqueros, fisioterapeutas, electricistas llegan a padecer desequilibrios nerviosos y trastornos físicos.
Lo mismo vale para los ambientes cerrados.

La falta o disminución de ingreso de aire fresco, el humo de tabaco, producen desequilibrios en los iones aéreos, disminuyendo los iones negativos de efecto estimulante para los moradores.

Existen también elementos y muebles (metálicos) que acumulan electricidad estática: neveras, freezer, aire acondicionado que para no dañar la salud necesitan conexión a tierra.

Lo mismo vale para los tendidos (y torres) de líneas eléctricas aéreas de alta tensión, instaladas en cercanías de viviendas, que producen cáncer.


EN AMBIENTES CERRADOS

Franjas geopatógenas y radiaciones en ambientes cerrados

La actividad patógena de las franjas telúricas y ambientales adquiere singular relevancia en los ambientes cerrados, por la permanencia obligada de las personas en contacto con ellas. Esto también concierne a los animales encerrados.

La acción nociva se ve incrementada por la contaminación eléctrica. Ello es digno de consideración frente a casos resistentes a tratamientos, la repetición o agravamiento de enfermedades en una determinada cama, o salas de operación, anomalías en el reposo, decaimiento o neurosis en dormitorios o lugar de trabajo; malestares sico-físicos sin respuestas satisfactorias a estudios clínicos.

Corresponde encuadrar aquí a las “casas embrujadas” donde se producen acumulaciones electromagnéticas y de otro tipo, ya sea por franjas ambientales, por zonas geopatógenas, o por radiactividad de los materiales de construcción y que a su vez afectan a los habitantes, especialmente a los adolescentes provocándoles trastornos hormonales.

Tenemos “bio-indicadores”. Se verificó que a ciertas especies de animales las radiaciones geopatógenas les resultan molestas y las esquivan: el perro, el ganado equino, ovino, bovino, cabras, aves de corral, pequeños roedores.

Observando la aversión de los animales, nómades europeos y asiáticos, levantaban sus carpas donde descansaban los animales.
En cambio, el gato, ciertas variedades de hormigas, las lechuzas y las abejas, entre otras especies, sienten estímulo por esas radiaciones fuertes. En Alemania numerosos apicultores instalan sus colmenas sobre franjas geopatógenas, duplicando la producción de miel, aunque deba ser un tiempo provisorio para no ver morir sus abejas extenuadas.

Con las plantas tenemos un panorama informativo similar.
Un árbol proveniente de un vivero, plantado en una zona geopatógena, evidencia malformaciones en su crecimiento que acortan su vida. Suelen aparecer también: troncos mellizos, reviramiento del tronco, grandes rajaduras profundas a lo largo de su corteza, tumoraciones en tronco y ramas, pérdida masiva y espontánea de savia…

También en este caso hay plantas que les afecta la zona geopatógena y otras especies que mejoran su desarrollo sobre ellas.
La casi totalidad de las especies frutales, los paraísos, los abedules, y los pinos son muy sensibles. Por su parte los robles, los sauces, el castaños, los helechos y los cardos crecen con mayor vigor sobre esas regiones.

La naturaleza nos indica cuáles son los lugares adecuados para construir las viviendas y cuáles inapropiados.

La vivienda, sea hogar, oficina o taller, es nuestra tercera piel, después de la natural y la vestimenta.

Es necesario construir con confort y salubridad, no permitiendo el paso a un alto porcentaje de radiaciones cósmicas, poseer una correcta ionización del aire y una acumulación mínima de electricidad estática. Cada Estado debería crear un “Instituto de Construcción Biológica”, como en Alemania, para respaldo de la ciudadanía.

PROTECCIÓN DE LAS AGRESIONES

Protección de las agresiones de franjas o columnas patógenas

- Estudio del plano de la vivienda.
- Previa ubicación del recorrido de las franjas o columnas, evitar la construcción sobre esa zona.
- Tratándose de edificaciones ya existentes, en cuyo interior se establece la presencia de zonas geopatógenas, alejar a las personas de las mismas, modificando la distribución de los lugares de reposo y de los puestos de permanencia prolongada.
- Buscar en el mercado local, neutralizadores de biocampo inhibidores de este tipo de radiaciones, con controles periódicos para comprobar su eficacia.
- Referente a la contaminación electromagnética, emplear técnicas de aislamiento y polarización correctas y adecuadas descargas a tierra.
- En cuanto a las viviendas que no se encuadran en los requerimientos apropiados para la salud de sus moradores, hay que hacer responsables a los profesionales.

ESTUDIO GEOAMBIENTAL

Estudio Geoambiental

Es la evaluación integral de un lugar, vivienda, comercio u oficina, para que mejore su influencia sobre la salud y el bienestar de quienes la habitan y la visitan.
Se realiza mediante una prospección o estudio de zonas patógenas.
Mediante la sensibilidad biológica a radiaciones telúricas se puede localizar:

1. Agua corriente de superficie.
2. Agua estancada subterránea.(napa)
3. Agua corriente subterránea.
4. Tubería de desagüe.5. Falla geológica seca.
6. Cavidad seca.
7. Hundimiento con cavidades cerradas.
8. Red Hartmann pequeña.
9. Gran Red Hartmann.
10. Red Bassler
11. Red Curry
12. Energía Electroestática.
13. Campos electromagnéticos provenientes de construcciones humanas, (generadas por cables,
enchufes, electrodomésticos, y sin buena aislación a
tierra, o por instalaciones eléctricas defectuosas.)
14. Minerales.(yacimientos con material radioactivo)
15. Material radioactivo.
16. Elementos desequilibrantes por las formas y disposición
de las viviendas, y sus elementos decorativos.17. Tensión atmosférica y meteoropatías. (Ambiente bioeléctrico)

Esta información se va volcando en un plano del lugar, para localizar donde las líneas de las Redes Hartmann, Curry y Bassler se cruzan, (generando puntos geopatógenos) donde no es conveniente que los humanos permanezcan varias horas y además pueden afectar el funcionamiento de aparatos electrónicos sensibles como computadoras, aparatos de TV, equipos de audio, video, centrales telefónicas, sistemas de alarma, motores, etc.
Operadores en Geobiología, médicos, físicos, arquitectos, e investigadores, estudian y realizan permanentes aportes, sobre los efectos de las radiaciones telúricas sobre la vida, líneas magnéticas, ionización del aire, cambio de velocidad en la sedimentación de la sangre, perturbaciones electromagnéticas, contaminaciones eléctricas, insomnio, cansancio, pérdida de vitalidad, depresión.
La vida se manifiesta en un permanente intercambio de energía con el entorno. Las distintas formas de vida que habitan en el planeta se adaptan de diferente manera a cada tipo de energía. La Geobiología como ciencia integradora estudia los efectos sobre la vida orgánica, en particular sobre el ser humano, de los distintos tipos de energía, desde las radiaciones más densas hasta las vibraciones más sutiles.
La importancia fundamental de la Geobiología radica en su aplicación sobre la vida humana, pues muchas enfermedades agudas y crónicas tienen entre sus causas, la exposición a radiaciones nocivas que por lo general son inadvertidas. Nuestras casas, lugares de trabajo son sitios donde pasamos más de un tercio de nuestro día. Nuestra cama o escritorio, pueden estar bajo influencia de varios tipos de radiaciones consideradas nocivas para el ser humano.
Es parte de la filosofía de los geobiólogos no alarmar, sino hacer tomar conciencia por unas orientaciones pertinentes, para mejorar la calidad de vida y armonizar, dentro de lo posible, el ser humano con su entorno.

El estudio de las radiaciones cosmotelúricas nos muestra la interrelación que existe entre los fenómenos naturales y los procedimientos biológicos (portadores de vida). La salud humana, además de la alimentación, el aire puro que respiramos, depende sobre todo, de nuestra polarización con la energía sutil en constante vibración, que anima y estructura a los seres vivos, a la tierra y al universo.

Restaurar el equilibrio sicofísico depende tanto de nuestras actitudes internas como de las influencias ambientales. A veces las soluciones son sencillas. Otras un desafío. Es fundamental, en todos los casos, la identificación y ubicación exacta de las fuentes de radiación y de los agentes desequilibrantes.



Dormir nos ocupa la tercer parte de nuestra vida y si el entorno en el que dormimos está alterado, las tensiones diarias se hacen más penetrantes, el temperamento más irritable y el organismo se vuelve más vulnerable a la fatiga y enfermedades.

Los lugares “alterados” por esta energía pueden interrumpir el sueño, los niños son especialmente sensibles e intentan evitarlas, durmiendo en un extremo o atravesados en una esquina de la cama. Los lugares que bajan más las defensas de la persona son: las vertientes de agua circulante o subterránea y los cruces de Líneas.

Operadores en Geobiología investigan si las camas están situadas en zonas geopatógenas, moviendo la cama, desde ese lugar ácido a un lugar neutro o alcalino.

Polarizar según coordenadas significa calidad de vida, vitalidad, energía, mientras que la despolarización trae pérdida de energía y vitalidad. Por eso es recomendable detectar por un estudio si vivimos y dormimos en un entorno sano.

RADIACIONES ELECTROMAGNÉTICAS

Radiaciones electromagnéticas.

Existe una creciente preocupación internacional que viene siendo regulada por leyes rigurosas, respecto de los efectos que tiene sobre la salud dormir en campos magnéticos alterados, especialmente los producidos por líneas eléctricas, los cables de alta tensión y sus torres, subestaciones eléctricas, centrales hidroeléctricas, antenas de telefonía móvil, las estaciones de radio y radares, como también los campos alterados por las conducciones domésticas como radiaciones electromagnéticas.

El reloj despertador eléctrico, equipos de audio y video, transformadores, luces y enchufes colocados al lado de la cama son fuente de radiación. Las camas metálicas, los resortes de colchones y sommiers, los radiadores y conducciones de agua pueden imantarse y perturbar el campo magnético natural de la tierra, no dejando dormir. Otro problema son los medidores de electricidad y las cajas de fusibles cercanas del dormitorio, particularmente los tomacorrientes cercanos a la cabecera de la cama y distintos dispositivos eléctricos como televisores en el lugar de descanso.

El “electroestrés” nos inunda cada día y su efecto sobre la salud puede producir: fatiga, cefaleas, disminución de fuerza física y mental, mareos, dormirse solo cuando uno está extremadamente cansado, sueño superficial, leve, debilidad general, estado de extenuación, desórdenes funcionales del sistema nervioso central, falta de concentración, tendencia a la sudoración, desórdenes cardiovasculares. Cambios en el electroencefalograma y en el gráfico de la sangre.

Menos de 100 milivoltios de corriente alterna, es la protección ideal para un sueño reparador. Hay quien tolera bien los 200 milivoltios.

Una niña de 7 años había nacido prematura y sufría de varios problemas de salud. Esto incluía el asma y una susceptibilidad a las infecciones. Se pudo comprobar que su área de reposo estaba sujeta a una corriente alterna de 35.000 milivoltios (equivalentes a 35 voltios). Revisada la instalación eléctrica al eliminar el error técnico la niña pudo dormir.

Es importante asegurar que estén hechas las conexiones a tierra.Es mejor no tener ni televisores ni computadoras en el dormitorio.
Es bueno tener las habitaciones bien iluminadas: pero no utilizar lámparas halógenas con la corriente alternada. Al igual que los tubos fluorescentes titilan 60 veces por segundo en forma no perceptible para el ojo humano, pero lo daña. Además las lámparas halógenas crean un campo magnético fuerte.

Conductores de trenes eléctricos, personal de aviación o de centrales nucleares tienen una mayor tendencia a padecer cáncer. Así como los que trabajan sobre el mar, con la artrosis.
El uso del amianto en las reparaciones dentales es agente cancerígeno.

ELECTROESTRÉS

Electroestrés

Más de lo que pensamos, estamos muy expuestos a la contaminación electromagnética.

Las dosis diarias recibidas en los electrodomésticos (radio-reloj, secador, máquina de afeitar, microondas, batidora, celular, computadora, televisor, radiador eléctrico) pueden llegar a ser elevadas, dependiendo del tiempo de uso y de la potencia de las máquinas, aunque no siempre somos conciente de ello.


A diferencia de una línea de alta tensión, que afecta durante todo el tiempo que se pasa en un edificio expuesto a su influencia, los electrodomésticos tienen un tiempo de uso restringido y por tanto su riesgo suele ser menor, excepto entre los profesionales que por su trabajo los usan con asiduidad.

De cualquier forma, los electrodomésticos y aparatos eléctricos en general y como sencilla norma de prevención, deberían mantenerse alejados de los dormitorios mientras estén en funcionamiento y debería reducirse su empleo al mínimo, para evitar al menos su contaminación.
Si además el dormitorio está situado sobre un transformador de la compañía eléctrica o sobre una central eléctrica del edificio, la dosis de radiación puede llegar hasta 20.000 nanoteslas, tal como se ha comprobado en distintas mediciones. Las dosis que reciben las personas que viven cerca de transformadores son muy elevadas, si tenemos en cuenta en cuenta el tiempo de exposición que sufren de varias horas diarias, al igual que sucede cuando la casa está cercana a línea de alta tensión, debido a la corta distancia que suelen encontrarse los edificios.
Los valores de radiación que se suelen dar en estos casos están por debajo de algunas recomendaciones internacionales sobre radiación “segura” (100/500 microteslas) pero están muy por encima de lo que se considera significativo epidemiológicamente hablando.

Riesgos conocidos
El estudio epidemiológico más ambicioso sobre la incidencia de los campos electromagnéticos en la salud de las personas, que viven el las proximidades de líneas de alta tensión, es probablemente el desarrollado por el prestigioso Instituto Karolinska de Suecia.


Analizaron esta incidencia sobre 436.503 personas que vivían en un radio de 300 metros en torno a la línea de alta tensión. Los resultados de la investigación demostraron que en enfermedades como la leucemia infantil, el riego relativo de la población expuesta se multiplicó por 2,7 en comparación a la población no expuesta, para unos valores de contaminación de 200 nanoteslas en adelante. Y este mismo riego se eleva al 380% con exposiciones de 300 nanoteslas.

En adultos y para campos electromagnéticos de 200 nanoteslas, el riesgo de ciertos tipos de leucemia, como la mieloide aguda y la mieloide crónica, aumentó en un 170% con respecto a los casos de control. El índice más elevado de casos de cáncer en relación a las distintas distancias entre las viviendas y las líneas, se dio en las situadas a menos de las líneas. Evidentemente, a menor distancia, mayor nivel de radiación y mayor riesgo.

Los resultados obtenidos proporcionan una base sólida para concluir que la exposición a los campos magnéticos, como los generadores por líneas de alta tensión, aumentan el riesgo de cáncer y leucemia infantil.

Límite: 200 nanoteslas
Ante unos resultados tan evidentes el gobierno sueco está elaborando normativas para regular la exposición, de la población en general como de la laboral, fijando un mínimo de 200 nonateslas como límite de seguridad.

Por su parte la industria informática acepta el límite biológico de 250 nonateslas de campo magnético a 50 cm de la pantalla de la computadora y ha creado la etiqueta ecológica Low Radiation, que sigue las recomendaciones SWEDAC y se anticipa a la normativa legal.

A pesar de las recomendaciones internacionales, no existe legalidad suficiente aún para regular esta grave situación. En distintos países se pide el soterramiento de las líneas de alta tensión y una normativa mucho más rigurosa contra la proliferación de antenas de telefonía móvil.

MATERIALES PARA CONSTRUCCIÓN

Materiales para la construcción

Los materiales para la construcción deben ser lo mas naturales posibles. Pinturas barnices y recubrimientos han de ser naturales: aceite de linaza, trementina, cera de abeja…
La madera utilizada ha de ser tratada con sal de bórax.

También existen en las viviendas efectos químicos negativos, como en las casas prefabricadas, por los preservantes de madera específico que provocan gran sensibilización al adulto y niños que pasan más tiempo en la casa.

Algunos preservantes de madera fueron en principio declarados seguros para el uso doméstico, como el Pentachlorphenol (PCP) y hoy están prohibidos. Mientras tanto los llamados Pyrethroids que se encuentran en casi todas las alfombras de lana, son muy conocidos. Aunque no tenga niños que jueguen sobre el piso, considere la posibilidad de no utilizar estos productos.
En términos de los efectos negativos causados por las sustancias químicas, las alfombras sintéticas son más seguras que las de lana, cuando poseen un alto contenido de Pyrethroid.

Los solventes son uno de los grupos de sustancias que crean problemas.

Por ejemplo los que se encuentran en el aglomerado (por lo tanto también en los muebles) en la forma de formaldehyde, pero también son utilizados en pegamentos de alfombras. La existencia de formaldehyde y otros solventes en el aire de la habitación puede ser probada.

Para el aislamiento utilizar vegetales: madera, corcho, cáñamo. También lana de roca y arlita, evitando la lana de vidrio. No espumas de poliuretano.

Para pisos utilizar baldosas de cerámica, terracota. Si se usa madera que sea impregnada con aceite de lino o productos derivados de la abeja.

Para los colores tener en cuenta el lugar donde está ubicada la vivienda y las personas que vivirán en ella. En dormitorios, colores suaves y pasteles. Pasillos y habitaciones de los niños colores más dinámicos.

La calefacción que no sea eléctrica, ni por sistemas radiantes por agua.

El problema con los metales pesados ha decrecido desde que las tuberías de plomo no se utilizan más para las cañerías de agua.
Existen ocasionalmente problemas con las tuberías de cobre.

La arquitectura moderna, por medio de la BIOCONSTRUCCIÓN, busca materiales alternativos que sustituyan al cemento y al hormigón armado, por materiales más sanos, no contaminantes ni radiactivos, con confort térmico y estética visual; utilizando el bloque de arcilla y barro, (cerámica) el uso del ladrillo en lozas armadas y buscando alternativas para sustituir el acero.

Los campos electromagnéticos naturales pueden ser modificados o neutralizados, como sucede en esas jaulas metálicas que son los edificios construidos con hormigón armado. Según M. Faraday, observó que una estructura metálica en forma de jaula actúa como una pantalla: los cuerpos que ésta contiene se ven aislados de la acción de los campos eléctricos externos, permaneciendo únicamente la de los campos magnéticos.

La falta o variabilidad anormal de los campos eléctricos, provocan estados de debilidad general. De hecho se sabe que el campo eléctrico natural posee un papel esencial sobre el mantenimiento de la polarización celular y la inhibición de procesos de proliferación de microorganismos: en su ausencia el organismo cuenta con menos defensas.
Al pasar mucho tiempo dentro de los edificios construidos con hormigón armado, para permitir que el organismo goce de un mínimo de irradiación vital, es aconsejable estar al aire libre unas cuantas horas cada día.

Hay elementos y muebles metálicos que acumulan electricidad estática: neveras, freezer, aire acondicionado…
Las franjas geopatógenas y radiaciones en ambientes cerrados incrementan su acción nociva por contaminación eléctrica, produciendo: decaimiento, neurosis, trastornos hormonales en adolescentes, infertilidad, tumores.

Todo en el espacio está interrelacionado y toda materia viva o inerte posee una vibración a través de la cual interactúa con todo lo que le rodea, cada espacio, cada forma, cada arista, curva, superficie usada como edificación, adorno, mueble, decoración, genera una energía que actúa sobre el campo electromagnético del hombre. Por lo que un espacio a través de las ondas de forma y la radiación de texturas influye positiva o negativamente en el entorno.

Existen energías provenientes de la tierra y el cosmos que es necesario conocer y manejar, de manera que sean aliados de los diseños y edificios que se construyen: la Geobiología nos enseña sobre ellas y en algunos lugares que han sido afectos por su uso ya es una reglamentación oficial realizar estudios geobiológicos del terreno antes de comenzar a diseñar.

A través de los estudios geobiológicos se pueden tomar medidas preventivas para proyectos futuros y para los proyectos existentes se pueden sanar, neutralizar y cambiar las energías existentes.
El primer paso es tomar conciencia de que estos conocimientos existen, abrirse a estos conocimientos y aplicarlos. Unir la sabiduría antigua y la tecnología.

Al diseñar o restaurar con esta conciencia el arquitecto sabe que tiene una responsabilidad terapéutica, humana y social

LÍNEAS DE ALTA TENSIÓN

Líneas de alta Tensión

Los campos electromagnéticos tienen un demostrado efecto biológico y pueden ser nocivos para las personas expuestas, dependiendo de la sensibilidad personal, del tiempo de exposición y de la dosis recibida.
Estos campos son pulsantes: la corriente eléctrica de nuestra vivienda, por ejemplo, funciona a 50 hercios (50 pulsaciones por segundo) que corresponde a la frecuencia, mientras que el campo magnético terrestre es estático, es como un gigantesco imán.

Hoy en día, esta frecuencias están presentes en todas las viviendas (electrodomésticos, instalaciones eléctricas…), oficinas (computadoras, fotocopiadoras…) y en fábricas (casi toda la maquinaria), en los hospitales (por maquinaria de estudios, como rayos X, resonancia magnética, tomografía computada…) a través de líneas de transporte eléctrico, que tienen una incidencia en nuestro organismo.

Al igual que los otros seres vivos, tenemos un cuerpo que funciona por la acción de corrientes eléctricas muy débiles (milivoltios, microamperios) y de campos magnéticos (nanoteslas). Por esto, los campos artificiales que superan estas magnitudes y parámetros, ejercen una acción dañina en los seres vivos. Es como si sometiéramos al organismo a una sobrecarga.

Pero la incidencia no acaba aquí, porque no debemos olvidar que los campos electromagnéticos naturales sincronizan los ritmos biológicos, mientras que los campos electromagnéticos artificiales, especialmente si son pulsantes, rompen este enlace creado a través de la evolución, llevan a la desincronización y de ahí la enfermedad.

Mediante investigaciones se ha podido comprobar que, los campos electromagnéticos pulsantes afectan a las funciones biológicas del ser humano de distintas formas: modifican sus niveles hormonales normales, alteran la unión de los iones a la membrana celular y modifican los procesos bioquímicos en el interior de las células (transcripción del ARN, síntesis proteica…)

ESTRÉS DE ALTA TENSIÓN

Estrés de Alta Tensión

El cuerpo humano también es una máquina bioeléctrica, que está polarizada eléctricamente y toda la actividad electromagnética del entorno nos afecta.

Las meteoropatías (patología ambiental producida por causas climáticas o meteorológicas) modifican la resistencia eléctrica de la piel, afectan al ritmo cerebral y cardíaco, cambian al metabolismo e incluso alteran la polaridad de la membrana celular. Utilizando un voltímetro sensible sobre el cuerpo de una persona, se observa una diferencia de potencial de 150 hasta 200 V de pies a cabeza, respondiendo a la carga atmosférica externa, estando en posición vertical y en contacto con el suelo, o sea haciendo tierra a nivel eléctrico. Pero en un entorno electrificado, caminando sobre un suelo aislante como el asfalto o calzados con materiales sintéticos, esta carga puede llegar hasta 20.000-30.000 V. Esta alta tensión, se reduce rápidamente a sólo 20-30 V al tumbarse sobre la playa o el césped, pues se produce una descarga eléctrica que normaliza las constantes biológicas y favorece el relax y el descanso.

INFLUENCIAS EXTERNAS

Influencias externas

Todo ser vivo es receptor de las constantes variables: luz, temperatura, sonido; y de las variaciones del campo magnético terrestre.

La glándula Pineal de los vertebrados desempeña la función de detectora de las fluctuaciones del campo electromagnético de la tierra. Estas fuerzas varían periódicamente de manera natural, en ciclos diarios, mensuales, lunares, anuales…Y esta glándula realiza la función de reloj biológico, utilizando la luz ambiental como principal sincronizador externo. Pero los campos que detecta no son únicamente los naturales.

Mediante ensayos electrofisiológicos se ha podido demostrar que los campos magnéticos artificiales influyen en la actividad espontánea de las células que forman la glándula Pineal en algunos animales y sobre las personas, provocando variaciones en la producción de las hormonas: melatonina (que actúa como un poderoso anticancerígeno) y la serotonina (que evita la depresión).

Por la noche, la glándula Pineal segrega la cantidad de melatonina necesaria para mantener el equilibrio del organismo. Pero si la persona está sometida a campos eléctricos y / o magnéticos artificiales, la producción de esta hormona queda por debajo de sus valores normales.

Según una investigación de Russel Reiter, profesor de neuroendocrinología de la Universidad de San Antonio en Texas, los campos electromagnéticos artificiales, tienen el mismo efecto en la glándula Pineal que la luz, impidiendo de este modo el proceso regenerador nocturno. De esta manera se explicaría la disminución de la capacidad del sistema inmunitario, así como la causa de insomnios o cambios de comportamiento y humor; trastornos que, se ha podido constatar repetidas veces, se manifiestan habitualmente en las personas expuestas a campos electromagnéticos.

AMBIENTE BIOELÉCTRICO

Alta tensión atmosférica y meteoropatías

La tensión eléctrica en la atmósfera puede ser de 300.000 a 400.000 Voltios por metro entre la ionosfera y el suelo. Cada día unas 50.000 tormentas descargan esta tensión a tierra. Rayos y truenos muestran la interacción eléctrica entre atmósfera y tierra.


El rayo tiende a descargar en las puntas, en aquel lugar del suelo donde existe mayor ionización y potencial eléctrico.
Con buen tiempo la atmósfera presenta una diferencia de potencial, a ras de suelo, de 120-130 Voltios por metro. Pero la situación anticiclónica, el aire seco y la radiación solar aumentan la tensión eléctrica y la ionización positiva. En el frente de una tormenta la tensión eléctrica se puede elevar hasta 20.000 e incluso más de 40.000 Voltios por metro. V/m.

Es el momento en que todos nos sentimos inquietos, con ahogos, muy desasosegados y potencialmente agresivos, a causa del gran estrés electromagnético; decimos que “el aire está cargado” y la atmósfera de tormenta tiene una gran carga eléctrica positiva; pero después de la borrasca, gracias a la descarga de la lluvia, el ambiente se vuelve más húmedo y recupera su polaridad negativa, la atmósfera se refresca permitiendo el relax y el descanso profundo.


El campo electroatmosférico natural es fluctuante, y tiene ritmo propio, vibra con una frecuencia fundamental de 7,8 Hz, llamada Onda de Schumann. Esta onda es un referente bioarmónico similar a un péndulo con efecto equilibrador de muchos procesos biológicos y de la cual estamos casi completamente aislados en las ciudades.

IONIZACIÓN ATMOSFÉRICA

Ionización atmosférica

También con buen tiempo se observa en la atmósfera una concentración normal de 1.000 a 2.000 iones/cm3, con una proporción de 5 iones positivos por cada 4 negativos.

Pero el ambiente es más saludable cuando predominan los iones negativos, los llamados iones felices; como en el bosque, en una fuente termal, a la orilla de un arroyo de montaña o al lado de una cascada, donde se producen hasta 400.000 iones/cm3, con gran predominio de los negativos que facilitan la felicidad y el relax.

El equilibrio eléctrico de la atmósfera es inestable, varía constantemente con la actividad meteorológica; las tormentas y los vientos dominantes modifican constantemente el equilibrio iónico y esos sutiles factores microambientales nos afectan a nivel fisiológico y sicológico.

EFECTOS BIOLÓGICOS DE LOS IONES

Efectos biológicos de los iones

La sensación agradable de frescor, relax y bienestar, que se percibe en el bosque, a la orilla de un arroyo o junto al mar, corresponde a la presencia de iones negativos en la atmósfera.

Por el contrario la sensación de agobio y pesadez que se percibe en los espacios cerrados, es causada por la desionización, con predominio de los iones positivos habiendo desaparecido en esta atmósfera cargada los relajantes iones negativos. Estos ambientes enrareciditos, suelen ser recintos llenos de gente, con aire acondicionado, escasa o nula renovación de aire y ambiente saturado de humo de tabaco. Estos espacios cerrados son enfermantes, llenos de domopatías, (patologías del hábitat producidas por causas naturales o artificiales), la atmósfera viciada produce una sensación de claustrofobia. Esta puede percibirse en grandes almacenes, hipermercados, así como en ciertos edificios públicos, gimnasios, oficinas, hoteles y especialmente en los modernos hospitales muy tecnificados.

Los edificios diseñados y construídos según el modelo “todo eléctrico” están saturados de equipos productores de campos electromagnéticos, supuestamente para hacer la vida más confortable.

Edificios y locales llenos de metales y materiales sintéticos, que producen un ambiente electropositivo, cargado e insano.

SÍNDROME DEL EDIFICIO ENFERMO

Síndrome del edificio enfermo (SEE)


Las patologías por iones son frecuentes en un clima artificial de muchas oficinas, hoteles y hospitales, construidos con metales y materiales sintéticos.

La presencia de computadoras, fotocopiadoras y múltiples equipos electromagnéticos, con circuitos de alta tensión, producen una sobre carga de iones positivos nociva. La carga eléctrica aumenta la agresividad electroquímica de los poluentes en la atmósfera interior del edificio, como los alérgenos, polvo, ácaros, polen, además de otras sustancias químicas como toner, formaldehído, fenoles, a lo que se suma la polución atmosférica procedente del exterior.

Las medidas de protección frente a estas tecnopatías, (patología ambiental producida por causas tecnológicas artificiales) incluyen la renovación del aire, la toma de tierra cero, la instalación con calidad bioeléctrica, el uso de materiales biológicos, tales como corcho, madera, o textiles naturales.

VIENTOS LOCOS

Vientos locos

Periódicamente, el Zonda en el oeste argentino, el Föehn en Ginebra, llamado también el viento de las brujas, azota la ciudad y altera la ionización atmosférica durante semanas, afectando de manera “dramática” a sus habitantes, el cuadro es grave si además se pertenece a ese 25% de gente “sensible al tiempo”.

Otros vientos insanos producen los mismos efectos en diversas regiones: el Mistral en la Costa Azul (Francia), el Terral en Cataluña (España), el Sirocco en Italia o el Simún en el Sahara. (África). Todos ellos vientos secos con la particularidad de eliminar casi todos los iones negativos.

Muchas personas electrosensibles, deben de huir de la ciudad e instalarse en el campo por semanas, a causa de las crisis alérgicas o asmáticas que sufren, hasta que después de la tormenta pueden disfrutar del ambiente limpio, fresco y relajante de los iones negativos, que duplican el efecto de la reserpina, un tranquilizante natural en el cerebro medio-

DESEQUILIBRIO IÓNICO

Desequilibrio iónico

Inicialmente la exposición a los iones positivos, produce euforia, ansiedad, hiperactividad, incrementada por la serotonina, pero a largo plazo el exceso de cargas eléctricas positivas induce insomnio crónico, depresión crónica, agotamiento sicofísico, cefaleas, sequedad de garganta, ronquera, dolencias respiratorias e incluso favorece la aparición de actitudes agresivas y violentas, irritabilidad, mal humor, tensión permanente, agotamiento, pesadez, cansancio injustificado, pies hinchados y dolores articulares.



Tradicionalmente se busca la salud, en balnearios, cerca del mar, en el campo y la montaña, pues las dolencias crónicas, respiratorias y reumáticas se superan en ambientes naturales con atmósfera limpia y con alto contenido de iones negativos, absorbidos por la piel y las vías respiratorias, que tienen poder bactericida limpiando la atmósfera de microorganismos patógenos.

Los iones negativos afectan a la mente, produciendo notable incremento del rendimiento intelectual y la capacidad de estudio en atmósfera con ligera sobrecarga de iones negativos; también produce la remisión espontánea del cáncer con la restauración del potencial electronegativo de la membrana celular.

En Argentina se utilizaron los iones negativos en tratamiento de siconeurosis, con cuadros agudos de ansiedad y temores injustificados, obteniendo un 80% de curaciones. En otro ambiente clínico se instaló generadores de iones negativos en un quirófano creando un ambiente de relax y la concentración del cirujano. Así se reduce el uso de tranquilizantes y narcóticos, favorece la cicatrización, reduce el dolor, disminuye el riesgo de infecciones y hemorragias post operatorias. Tiene un costo mínimo y ningún efecto negativo.
La aeroionoterapia es vía eficaz como medicina preventiva; el correcto ambiente eléctrico en el entorno laboral favorece la concentración y el estudio, incrementa el rendimiento en el trabajo, reduce el absentismo injustificado y mejora el entorno sico-social del trabajo.

Estos sutiles microfactores ambientales, los iones negativos, las gratuitas vitaminas del aire, se enfrentan a la todopoderosa industria de los analgésicos y tranquilizantes químicos.


¿Usted trabaja y duerme en un ambiente sano?

¿Vive en un lugar seguro?


La diferencia de conocer un lugar libre de radiaciones, de aprender a protegerse, está en prevenir riesgos, tomando conciencia de ellos y evitarlos en la medida de las posibilidades a su alcance.

Vivimos sumergidos en un mar de radiaciones, la calidad de vida que deseamos depende de cada uno.